¿De frente contra la libertad de prensa en Colombia?

Durante el fin de semana pasado, el presidente de la República dedicó buena parte de su actividad en Twitter a cuestionar y atacar a la prensa colombiana.

En algunos, trataba de imponer la agenda mediática al señalar lo que a su juicio es importante y merecería cobertura de la prensa, dando a entender que los medios colombianos que no atienden esas prioridades obedecen a lo que denomina «el poder mafioso» que, insinúa, busca destruir a las personas que están a su lado.

Es bueno recordar que el presidente de la República no está llamado a dictar la agenda mediática del país, pues su función primordial debe ser la promoción del respeto a la libertad de prensa y la protección de la independencia de los periodistas en el país, publiquen o no la información que beneficie al inquilino de la Casa de Nariño.

Toda esta reciente andanada presidencial se produjo por el escándalo desatado por la revista Semana en la que denunció los atropellos de los que fue víctima una empleada doméstica de la jefe de gabinete del presidente.  

De hecho, Petro decidió cuestionar a la prensa nacional por lo que cubre o menciona, en un peligroso parangón en el que exalta la información oficial y sugiere que es la única verdad que puede ser publicada en los medios colombianos.

Desde el sábado 27 de mayo, Gustavo Petro decidió arreciar con sus críticas a la prensa, indicando que ese fue un día lleno de mentiras, al referirse a los hechos relacionados con la jefe de gabinete.

Sin embargo, un análisis detallado deja en evidencia que las situaciones sí se presentaron y que lo que debe investigarse es un presunto abuso de poder al realizar indagaciones y pruebas de polígrafo contra una empleada particular de la funcionaria Laura Sarabia.

El ataque contra la libertad de prensa del presidente de la República busca difundir el mito de las falsas noticias en los medios de comunicación colombianos, calificando como mentira lo que publican y generando una matriz en la que pone en peligro las libertades que son un presupuesto fundamental de la democracia.

Los ataques de Cielo

La funcionaria Cielo Rusinque decidió lanzarse al ruedo y unirse al concierto gubernamental de descalificación contra periodistas, medios e informaciones publicadas, lo que pareciera ser una política ya pública del actual gobierno colombiano.

Durante todo el fin de semana, Rusinque se lio en duelo con la directora de Semana, Vicky Dávila, contra quien la funcionaria no ahorró descalificaciones, epítetos y señalamientos.

Para cielo Rusinque, siguiendo la matriz de las falsas noticias, los medios deben «procurar brindar información veraz» y luego, señala a Dávila de maltratar, difamar, estigmatizar, insultar y señalar peligrosamente.

De hecho, según Rusinque, que un medio de comunicación dé a conocer una situación relacionada con el Gobierno, le quita la oportunidad a la justicia de hacer su trabajo. Además, sostiene, es reprochable la denuncia porque busca «destruir la imagen de una funcionaria del gobierno», evitando entrar en las honduras de lo publicado por Semana.

¡Peligro!

Para la Corporación Instituto para las Libertades y el Liderazgo CILID, resulta altamente peligrosa la matriz ejecutada por el Gobierno Nacional tratando de descalificar la información que se publica bajo la premisa de «noticias falsas».

Por todo lo anterior, CILID hace un llamado al presidente y a sus funcionarios a respetar la libertad de prensa y a que eviten los intentos por limitar sus alcances e imponer una agenda de publicaciones e información en el país.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *