CILID rechaza ataques contra la libertad de prensa en Colombia

Tras los recientes ataques contra la libertad de prensa en Colombia, la Corporación Instituto para la Libertad y el Liderazgo, CILID, se permite informar a la opinión pública que rechaza estos actos que socavan el derecho de informar y ser informados en el país.
Asimismo, esta Corporación reconoce que la presente no fue una semana fácil para el ejercicio periodístico pues, en las recientes manifestaciones de apoyo al Gobierno Petro, seis periodistas fueron atacados y hostigados por los seguidores del mandatario nacional.
En Medellín, Barranquilla y Bogotá, el ser periodista se convirtió en una tarea ardua y riesgosa para quienes salen a las calles a cubrir los sucesos convocados por el Gobierno. Precisamente fue en estas ciudades donde el pasado miércoles varios periodistas de RCN Radio, Blu Radio, Caracol Radio y Semana fueron insultados, violentados, hostigados y hasta golpeados por los manifestantes que salieron a apoyar las reformas del Gobierno.
Para esta Corporación, esta situación se agrava porque resulta de las desobligantes declaraciones del presidente colombiano, Gustavo Petro, quien no mide palabras para descalificar y atacar directamente, y con nombre propio, a los medios de comunicación colombianos.
Recientemente, por ejemplo, Petro violentó la libertad de prensa en el país al atacar a Semana afirmando que «Semana ordena y el CTI obedece», una frase que despertó la indignación de sus seguidores provocando los ataques contra periodistas que se vieron obligados a refugiarse, protegerse y hasta abandonar dichos cubrimientos.
CILD reitera su compromiso con la Democracia, con la libertad (incluyendo la de prensa) y con el quehacer periodístico rechazando todo acto en contra de comunicadores y medios de comunicación.
De igual manera invita al mandatario nacional y a todo personaje con un cargo público en el país; así como a los ciudadanos en general, para que donde vean a un periodista lo rodeen de respeto, tolerancia y le permitan el libre desarrollo de su profesión, ya que el ser periodistas es una de las profesiones que permiten un alto índice de equilibrio democrático en una sociedad.
Finalmente, como Corporación Instituto para la Libertad y el Liderazgo, le extendemos un llamado al presidente Gustavo Petro para que cese sus ataques continuos contra los periodistas, medios de comunicación y libertad de prensa; ataques que están conduciendo a sus seguidores a atacar en diferentes modalidades a quienes laboran en los medios de información, poniendo en riesgo sus vidas y la de sus familiares.

Pronunciamientos contra la prensa: el río suena

«Cuando el río suena, piedras lleva». Los pronunciamientos de funcionarios y gente cercana al presidente de la República, buscando el silenciamiento de la prensa, demostraría que en las esferas del Gobierno se vienen barajando, por debajo de la mesa, los posibles mecanismos para establecer un control a la información que generan los medios de comunicación.

El más reciente pronunciamiento de Adriana Mejía, funcionaria de Petro que funge como gerente de Artesanías de Colombia, mostraría la angustia del Gobierno por las dificultades para vigilar e intervenir en aquello que se publica en el país.

Sin embargo, el hecho de sugerir que debería aplicarse la prueba de polígrafo a algunos periodistas es un atentado contra la libertad de prensa y, por consiguiente, contra la libertad de expresión, en un país que tiene una larga lista de periodistas sacrificados en el altar de la verdad.

Colombia no puede ser indiferente ante la reiteración de señalamientos contra periodistas, lanzados desde todas las esferas de la actual administración nacional: desde el presidente, pasando por ministros, directores de institutos y congresistas afines al proyecto de Gustavo Petro —como Piedad Córdoba— lanzan propuestas desesperadas para aunar esfuerzos que permitan establecer una censura de prensa en el país.

Así las cosas, el tuit de la gerente de Artesanías de Colombia es una amenaza concreta contra la libertad de prensa, que es uno de los pilares fundamentales de la República. En tal sentido, CILID rechaza de forma contundente no solo el pronunciamiento de la funcionaria sino también todos los intentos y las fórmulas planteadas para silenciar a los periodistas colombianos, pues tales afirmaciones y estrategias aberrantes, solo demuestran la intención de demoler la democracia e instaurar una autocracia desenfrenada, represiva y refractaria a la crítica.

Tales anuncios, aunque sean propuestas, dejan en evidencia la baja estima por el ejercicio periodístico en Colombia y la embriaguez de poder que padece el actual Gobierno, al punto de requerir el silenciamiento y la anulación de la libertad de prensa.

Por todo lo anterior, CILID exhorta al presidente de la República, a sus ministros, congresistas y funcionarios, a respetar a los medios y periodistas colombianos, brindando las garantías necesarias para el ejercicio pleno de la prensa en Colombia.

Nuevo atentado contra la libertad de prensa en Colombia

Los ataques contra los periodistas no cesan en Colombia. A los continuos señalamientos en redes sociales, efectuados por el presidente y otros funcionarios del Gobierno contra medios y comunicadores; se suma la grave situación registrada el día de ayer en la Casa de Nariño.

En el lugar, un periodista de la revista Semana fue interceptado, seguido y amenazado con el retiro de su acreditación, justo cuando intentaba recaudar información sobre las denuncias hechas contra una alta funcionaria del Gobierno Petro, quien, al parecer, abusó de su poder y promovió el interrogatorio y la práctica de una prueba de polígrafo a una empleada personal en las instalaciones de la Casa de Nariño.

La situación ocurrida en la sede presidencial es un nuevo atentado contra la libertad de prensa en Colombia, y se une a la andanada de ataques y descalificaciones contra medios y periodistas, coincidiendo con la ambientación de una censura de prensa que algunos miembros de la coalición de Gobierno vienen promoviendo en el Congreso de la República justificándola en la presunta búsqueda de la verdad.

Mientras Gustavo Petro habla de la Carta Democrática para defender a los actores políticos que le son favorables, no menciona ni tangencialmente las resoluciones proferidas por la OEA en torno a la libertad de expresión.

Por tal razón, es bueno recordar que según la OEA, «los condicionamientos previos, tales como veracidad, oportunidad o imparcialidad por parte de los Estados son incompatibles con el derecho a la libertad de expresión reconocido en los instrumentos internacionales», lo que deja sin piso la persecución del Gobierno Petro contra amplios sectores de la prensa, a los cuales han señalado de falaces, inoportunos y parcializados.

En este sentido, la OEA establece que «una interpretación correcta de las normas internacionales, especialmente del artículo 13 de la Convención Americana, nos lleva a concluir que el derecho a la información abarca toda la información, inclusive aquella que denominamos “errónea,” “no oportuna” o “incompleta”.   Por tanto, cualquier calificativo previo que se le imponga a la información limitaría la cantidad de información protegida por el derecho a la libertad de expresión».

Además, advierte que «la exigencia de veracidad puede implicar la censura casi automática de toda aquella información que es imposible de someter a prueba, lo que anularía, por ejemplo, prácticamente todo el debate político sustentado principalmente en ideas y opiniones de carácter netamente subjetivo».

De igual forma, advierte la OEA, «dentro de una sociedad democrática [es necesario que] se garanticen las mayores posibilidades de circulación de noticias, ideas, opiniones, así como el más amplio acceso a la información por parte de la sociedad en su conjunto».

Sobre el particular, «la Corte Interamericana ha declarado que la protección a la libertad de expresión debe extenderse no sólo a la información o las ideas favorables, sino también a aquellas que ofenden, resultan chocantes o perturban, porque tales son las exigencias del pluralismo, la tolerancia y apertura mental sin las cuales no existe una sociedad democrática».

Finalmente, la OEA exhorta a los gobiernos a «adoptar un discurso público que contribuya a prevenir la violencia contra periodistas y que no los exponga a un mayor riesgo, así como reconocer de manera constante, clara, pública y firme la legitimidad y el valor de la labor periodística, aun cuando la información difundida pueda resultar crítica, inconveniente e inoportuna para los intereses del gobierno».

La Corporación Instituto para las Libertades y el Liderazgo CILID hace eco de la exhortación de la OEA y exige al Gobierno de Gustavo Petro, incluido el presidente y todos sus funcionarios, adoptar un discurso que reconozca la legitimidad y el valor de la labor periodística de los medios y comunicadores, tanto de los afines al programa del actual Gobierno como de aquellos que no se someten a la agenda e intereses de la administración nacional.

Declaración de principios de la OEA sobre la libertad de expresión.

¿De frente contra la libertad de prensa en Colombia?

Durante el fin de semana pasado, el presidente de la República dedicó buena parte de su actividad en Twitter a cuestionar y atacar a la prensa colombiana.

En algunos, trataba de imponer la agenda mediática al señalar lo que a su juicio es importante y merecería cobertura de la prensa, dando a entender que los medios colombianos que no atienden esas prioridades obedecen a lo que denomina «el poder mafioso» que, insinúa, busca destruir a las personas que están a su lado.

Es bueno recordar que el presidente de la República no está llamado a dictar la agenda mediática del país, pues su función primordial debe ser la promoción del respeto a la libertad de prensa y la protección de la independencia de los periodistas en el país, publiquen o no la información que beneficie al inquilino de la Casa de Nariño.

Toda esta reciente andanada presidencial se produjo por el escándalo desatado por la revista Semana en la que denunció los atropellos de los que fue víctima una empleada doméstica de la jefe de gabinete del presidente.  

De hecho, Petro decidió cuestionar a la prensa nacional por lo que cubre o menciona, en un peligroso parangón en el que exalta la información oficial y sugiere que es la única verdad que puede ser publicada en los medios colombianos.

Desde el sábado 27 de mayo, Gustavo Petro decidió arreciar con sus críticas a la prensa, indicando que ese fue un día lleno de mentiras, al referirse a los hechos relacionados con la jefe de gabinete.

Sin embargo, un análisis detallado deja en evidencia que las situaciones sí se presentaron y que lo que debe investigarse es un presunto abuso de poder al realizar indagaciones y pruebas de polígrafo contra una empleada particular de la funcionaria Laura Sarabia.

El ataque contra la libertad de prensa del presidente de la República busca difundir el mito de las falsas noticias en los medios de comunicación colombianos, calificando como mentira lo que publican y generando una matriz en la que pone en peligro las libertades que son un presupuesto fundamental de la democracia.

Los ataques de Cielo

La funcionaria Cielo Rusinque decidió lanzarse al ruedo y unirse al concierto gubernamental de descalificación contra periodistas, medios e informaciones publicadas, lo que pareciera ser una política ya pública del actual gobierno colombiano.

Durante todo el fin de semana, Rusinque se lio en duelo con la directora de Semana, Vicky Dávila, contra quien la funcionaria no ahorró descalificaciones, epítetos y señalamientos.

Para cielo Rusinque, siguiendo la matriz de las falsas noticias, los medios deben «procurar brindar información veraz» y luego, señala a Dávila de maltratar, difamar, estigmatizar, insultar y señalar peligrosamente.

De hecho, según Rusinque, que un medio de comunicación dé a conocer una situación relacionada con el Gobierno, le quita la oportunidad a la justicia de hacer su trabajo. Además, sostiene, es reprochable la denuncia porque busca «destruir la imagen de una funcionaria del gobierno», evitando entrar en las honduras de lo publicado por Semana.

¡Peligro!

Para la Corporación Instituto para las Libertades y el Liderazgo CILID, resulta altamente peligrosa la matriz ejecutada por el Gobierno Nacional tratando de descalificar la información que se publica bajo la premisa de «noticias falsas».

Por todo lo anterior, CILID hace un llamado al presidente y a sus funcionarios a respetar la libertad de prensa y a que eviten los intentos por limitar sus alcances e imponer una agenda de publicaciones e información en el país.

Nuevo ataque contra la prensa en Medellín


La Corporación Instituto para la Libertad y el Liderazgo CILID, condena la agresión contra el periodista de Noticias Caracol Andrés Noreña.

El comunicador fue atacado en las últimas horas con una piedra en las calles de Medellín, mientras esperaba la indicación para hacer un reporte sobre las noticias de la ciudad.

El periodista manifestó que esquivó una nueva agresión y aseguró estar cansado de lidiar con el irrespeto y la intolerancia de muchos. Al mismo tiempo, Noreña sostuvo que «hoy fueron rocas, cualquier día es otra cosa» y ratificó que la prensa está muy vulnerable en las calles de la ciudad.

CILID hace un llamado urgente a las autoridades de Medellín, especialmente a la Alcaldía y a la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá para que protejan con eficiencia el ejercicio de la prensa y de esta manera garanticen el derecho a informar y estar informado, uno de fundamentos principales de la democracia y de la libertad.

De igual forma, CILID manifiesta su solidaridad con Andrés Noreña, quien en menos de un año ha dado a conocer dos situaciones de peligro en las que se ha visto comprometido, justo en situaciones relacionadas con su ejercicio profesional.

Unas reflexiones en el Día de la libertad de prensa

En medio de las nubes negras que se adivinan en el horizonte, esas que amenazan con tormentas destructoras contra la prensa y contra la libertad de expresión, resulta importante darle un vistazo a la fortaleza que representan los medios de comunicación como una muralla contra los excesos, los abusos y las arbitrariedades del poder.

¿Por qué defender la libertad de prensa? Más allá de la información, indispensable en la vida de todo ciudadano, el periodismo tiene la misión de incomodar a los poderosos. Los medios y periodistas de verdad, los que enarbolan la bandera de la ética como estandarte del oficio, resultan un fastidio para los poderes que vigilan, siendo muchas veces, objeto de persecución, de acoso, de censura y de vetos por parte de los gobernantes.

En Colombia, algunos poderes regionales temporales han asumido la persecución a la prensa crítica como una religión, descalificando de manera torpe y sin argumentos la labor de los periodistas que cuestionan la gestión y el desempeño del gobernante. Además, azuzan a sus seguidores, algunos fanáticos y otros pagados, para que desplieguen una cacería contra periodistas y medios.

En cuanto a la incomodidad que despiertan los medios críticos en el Gobierno central, resulta evidente el prurito que desata la prensa cuando deja en evidencia la falta de rigor de los burócratas, las mentiras que difunden y los disparates que anuncian como verdad absoluta. Ante la revelación de las imprecisiones, las redes sociales de los más altos funcionarios se concentran en ataques aleves y en descalificaciones falaces contra los periodistas críticos, convirtiendo el mundo virtual en un campo de batalla en el cual, los poderosos tratan de sepultar las irregularidades denunciadas, la corrupción y los cuestionamientos, pues en ellos queda en evidencia su poca capacidad intelectual y de gestión, además de la ausencia de límites éticos y morales.

La libertad de prensa en Colombia está hoy bajo amenaza. Además de encuentros para presionar el control de la información por parte del Gobierno, en el Congreso de la República se han alzado voces que piden establecer la censura como una forma de controlar y dejar en la oscuridad a una sociedad inconforme y hastiada de engaños.

La prensa libre, incluso con excesos y sesgos propios de la subjetividad de los humanos que desempeñan el oficio, es la mayor garantía para conservar la democracia y el orden; sin ella, los ciudadanos quedan sometidos e indefensos ante las tropelías de quienes ostentan el control del Estado.

Premio Herbin Hoyos al periodismo independiente colombiano

HERBIN HOYOS M

La participación de los periodistas en la narración cuidadosa de lo ocurrido en Colombia durante las últimas décadas resulta fundamental para la difusión de la historia sin sesgos y, en especial, para neutralizar los intentos de manipulación de la verdad que hacen desde las diferentes orillas ideológicas y políticas.

Por tal razón, el pasado 11 de abril, fue presentado el Premio Nacional de Periodismo Independiente Herbin Hoyos Medina que será entregado por primera vez el próximo 9 de noviembre, como un reconocimiento al legado del periodista que dio voz a los que no tienen voz y trabajó, de manera incansable, por la libertad de los secuestrados y por el reconocimiento de las víctimas que buscan justicia y reparación.

La esposa de Hoyos Medina, Zoraida Mohamed –directora de Colombia Evidente– aseguró que el premio reconocerá el esfuerzo profesional de los periodistas y medios independientes que trabajan día a día en la protección de la democracia y de la libertad.

El Premio Nacional de Periodismo Independiente Herbin Hoyos Medina fue creado por Colombia Evidente, la Corporación Cilid con su programa Red de Medios Digitales Aliados de Colombia –Medialco– e IFM Noticias.

Rechazamos las amenazas de grupos armados al margen de la ley contra periodistas

La Corporación Instituto para las libertades y liderazgo CILID rechaza las amenazas por grupos armados al margen de la ley contra periodistas de EL HERALDO y Zona Cero en los últimos días.

Como Corporación, se envía un fuerte apoyo a los colegas que están siendo intimidados en su derecho a la libre expresión y pidiendo enfáticamente al Gobierno Nacional, que se sea protegida la labor como comunicadores y periodistas, además que de exista una rigurosa vigilancia para proteger la vida dentro del ejercicio periodístico.


CILID se une a denunciar los hechos ocurridos en días pasados donde grupos vandálicos al margen de la ley están usando la fuerza y la violencia para intimidar y obligar a los medios de comunicación a impartir información bajo amenazas atentando contra la seguridad, integridad y legitimidad del periodismo.

Cabe recordar que el lunes 27 de marzo, hombres armados haciéndose pasar por empleados de la oficina de prensa del Congreso de la República, ingresaron a la sala de redacción del periódico El Heraldo, en Barranquilla, amedrentando con que traían un mensaje de su líder, el criminal Digno Palomino presunto cabecilla de «Los Costeños», quien aparentemente, quiere hacer parte de las negociaciones de la “paz total”. Este grupo armado atemorizando a los periodistas solicitaron publicar una entrevista que la banda criminal había realizado previamente.

A esta situación también se le suman mensajes de amenazas hechas por medio de las redes sociales contra El Heraldo, Zona Cero e Impacto News luego que el pasado 25 de marzo Ober Ricardo Martínez Gutiérrez, alias Negro Ober, líder de «los Costeños», exigiera que estos medios mencionados le concedieran una entrevista luego de la captura de su esposa.


Por lo anterior CILID se une  a la voz de solidaridad para que como periodistas se cumpla con el principio al derecho de libertad de opinión y de expresión, pidiendo garantías para impartir y difundir información que sea veraz e imparcial, sin poner en riesgo la vida.